El término "concurso" (derivado de la palabra latina concursus, que a su vez deriva del verbo concurrere, que significa correr conjuntamente) describe el procedimiento mediante el cual se ordena la reunión en un mismo momento, o concurrencia, de los acreedores de un determinado sujeto sobre el patrimonio del deudor que tienen en común y también el conjunto de reglas que determinan el inicio y desarrollo de tal procedimiento, los efectos producidos en su tramitación y las soluciones que se dan al mismo.
Cuando un deudor no cumple con su obligación para con sus acreedores estos pueden, ateniéndose a la responsabilidad contraída por el deudor en la obligación, reclamar el patrimonio del incumplidor para conseguir el cumplimiento forzoso o una compensación. Cuando esto no es suficiente y el patrimonio del incumplidor no termina de satisfacer la deuda contraída, rigen una serie de principios para evitar que algunos acreedores vean cumplida su obligación mientras otros, por las circunstancias que sean, no.
- Principios informadores del Derecho concursal
Buscando un elemental exigencia de justicia es preciso evitar la situación antes comentada, deben paralizarse las actuaciones individuales de los acreedores en defensa de sus créditos y sustituirse por una organización jurídica de defensa colectiva de los acreedores, basándose en las ideas de universalidad y par condicio creditorum.
+ Universalidad
La idea de universalidad implica en este caso que la ordenación debe integrar a todos los acreedores con todos los créditos de que sean titulares frente al deudor común, además de todos los bienes y derechos realizables del deudor (salvo excepciones legalmente establecidas).
+ Par condicio creditorum
La par condicio creditorum hace alusión al necesario tratamiento paritario de todos los acreedores, conduciendo esta, junto con el principio de universalidad, a una comunidad de pérdidas.
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Por Javier García de Tiedra González, Abogado y autor de Introducción a la Inversión, una guía para aprender desde cero a rentabilizar nuestros ahorros.
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Fuente:
Guillermo J. Jiménez Sánchez y Alberto Díaz Moreno (Coordinadores), "Lecciones de Derecho mercantil", págs. 677-678.
