Los depósitos a la vista pueden instrumentarse mediante una cuenta corriente (que conlleva el servicio de caja y cobros y pagos a terceros por cuenta del cliente) o mediante libreta ahorro.
- Depósitos a la vista: la libreta de ahorro y las cuentas combinadas
+ Libreta de ahorro
La libreta de ahorro es un documento, en forma de libreta, que permite una anotación contable de los ingresos y gastos, dando lugar a una doble anotación contable de los ingresos y gastos, dando lugar a una doble anotación de los mismos, facilitando su llevanza y control por el depositante. Además es un título de legitimación, personal e intransferible. A diferencia de la cuenta corriente, el servicio de caja que el cliente obtiene es limitado, pues no comprende pagos en metálico a terceros (para retirar dinero hay que exhibir la libreta), ni admite posibles descubiertos.
+ Cuentas combinadas
Existen cuentas combinadas, que permiten obtener las ventajas de la cuenta y de la libreta: pueden traspasarse saldos de la cuenta a la libreta, aunque aquella quede en descubierto.
- Depósitos a plazo: láminas, libretas a plazo fijo y certificados de depósito
+ Láminas y libretas a plazo fijo
Los depósitos a plazo se formalizan en láminas (documentos que señalan el plazo y las posibles prórrogas y el interés). Si un mismo depositante tiene varios depósitos en el mismo banco, se utilizan las libretas a plazo fijo, que recogen los distintos depósitos, indicando sus vencimientos respectivos.
+ Certificados de depósito
En los depósitos a plazo, el depositante pierde liquidez (tiene el dinero inmovilizado), por ello obtiene un mayor interés (que le compensa de la pérdida de la disponibilidad). Para paliar este problema surgen los certificados de depósito, que son documentos que frente al banco legitiman al titular para disponer por endoso de los correspondientes depósitos. Se trata de documentos con cláusula "a la orden".
